Definitivamente uno no se puede quejar
de la evolución si no fuera por ella en estos momentos estaríamos
echando pico y pala o arrastrando bloques gigantes bajo las órdenes
de algún emperador egipcio en vez de tener trabajos por internet.
Para nada ha sido desventajoso el avance de la vida en sociedad. Hoy
es mas común vernos en oficinas cómodos que en la calle sudando
bajo el inclemente sol. El trabajo en general ha mejorado mucho sus
condiciones, no se si era por esa teoría absurda de que la única
mano de obra efectiva se lograba mediante la evolución o porque
hemos automatizado el trabajo y hoy mas de la mitad de lo que
haciamos lo hacen máquinas.
Viéndolo así no se abolió la
esclavitud solo cambiamos a esclavos electrónicos, que no se quejan
y que sufren en silencio y no impota su desgaste tienen resistencia.
El día que nos fijamos que otro lo podía hacer por nosotros caimos
en el mas grande de los vicios, la pereza. Aunque debo admitir que
nunca se sintió tan bien el pecado. No hay placer mayor que el no
hacer nada y mas cuando se está agotado. Ahora cada vez que estemos
echados en nuestras camas sin ganas de hacer nada demos gracias que
la humanidad fue tan astuta como para regalarnos esta nueva
generación de esclavos electrónicos que hacen casi todo por
nosotros porque hasta en muchos casos se adelantan a nuestro
pensamiento y piensan por nosotros.
Hoy solo nos queda dedicarnos
casi exclusivamente a labores mas intelectuales que físicas. Hoy
hacemos actividades físicas como levantar peso por placer mas que
por trabajo. Antes la recompensa del trabajo forzoso era ninguna, un
plato de comida, unos cuantos centavos, hoy sentados pensando hemos
hecho montañas de dinero. Cuán diferente son ahora las cosas.
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